miércoles, 15 de enero de 2020

La Noche Decisiva

La noche decisiva 
Todo estaba tan hermoso, las luces, el color blanco que daba una cálida sensación de paz, el jazz a un tono fino y sensible a los oídos, la multitud entre risas y júbilo; el ambiente en sí era único y familiar, lo que se espera de una fecha especial como es navidad. Pero todo estaba planeado en ellos, sus intenciones eran mutuas y horropilantes, solo era cuestión de que llegara el momento indicado.
Sus miradas eran falsas y severas, de hecho en el photocall era evidente sus designios, no obstante nadie lo notó, salvo su hija que los observaba detenidamente, ella tan solo tenia 5 años, y sin embargo fue edad suficiente para prever la catástrofe irreparable.
Aún así no había nada que hacer, a las 3 de la mañana todos se marcharon, y de nuevo sus miradas se cruzaron en ese salón largo y extenso salpicando espanto y terror. 
Ella le dijo: ¿me acompañas amor?, por supuesto reparó con una voz suave pero llena de destrucción, de pronto al abrir la puerta de la habitación, encontraron a su pequeña hija sentada en la cama, por tercera vez sus miradas quedaron penetradas, esta vez resudando dolor y soledad, pero no había nada que enderezar. Rápidamente la sacaron de la habitación ignorando su pena para toda la vida, y aunque no tenía la suficiente conciencia de lo que estaba a punto de suceder, sus gestos y muecas al salir era como una despedida presintiendo los hechos a ocurrir. 
Y el momento llegó, ellos eran los protagonistas, ella por su parte se dirigió rápidamente al baño, tiró la cuerda del váter para ocultar el ruido mientras extraía el revólver guardado en la cisterna, y él, ¡su marido! se dirigió a la cocina para tomar el cuchillo más grande y el que sabía que ella utilizaba para cortar las verduras más duras de picar. 
Al cabo de unos breves minutos ingresó a la habitación una suave brisa, en realidad se percibía un ambiente frío y hostil, las luces navideñas daban un engaño misterioso y en el momento de abrir las puertas se encontraron por cuarta vez, ¡esta vez; era la última vez! y  ellos lo sabían. 

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