PAPÁ
Mi señor cotidiano
Te veo todos los días
en tu despacho
pensando,
escribiendo, rondando poemas,
buscando imágenes,
juegos de palabras,
momentos de los que
hablar.
Sí, tanto que decir,
tanto que contar,
Y yo, siempre tanta
prisa …
Tu rutina, tu tesón
tesoro
guarda en tu silla la
calma y dulzura
que me da la fuerza.
Sigues ahí, estás
siempre.
Soy tu memoria me
dices, y
te miro, te sigo
observando,
algo en el papel te
absorbe y embruja.
Tu mirada me enseña,
todavía aprendo de
ti,
qué grande, pienso …
Elegante siempre,
todo un señor rebelde
mi gran maestro de
todos los días.
Sigue.
A propósito de un Día del padre como el reciente, tan triste, tan conectado al miedo, a la orfandad, qué bien recordar al primer Maestro de la vida, al maestro cotidiano, como lo dices allí, que más allá de los años sigue enseñándonos la templanza. Hermoso poema...
ResponderEliminarBonito homenaje a tu padre, me gustaría ver su cara cuando se lo leas. Es un poema sencillo, directo a la emoción.
ResponderEliminarY usas la prosopopeya, tú que decías que no te había quedado clara: Tu rutina, tu tesón tesoro
guarda en tu silla la calma y dulzura
Eso es, personificar la rutina y el tesón.
Tienes mucha suerte de tener un padre así ;)
que me da la fuerza.